Ir al contenido principal

Europa es una losa ... by Ana Garmendia

 


 

Resulta obvio que determinados intereses en Europa nos han querido imponer el coche eléctrico. Y por fin la coherencia se ha impuesto, y ya se critican las medidas de la Unión Europea. Lo han hecho tan mal que es imposible aceptar lo que proponen los políticos burócratas de la UE.

Desde la propuesta de los combustibles sintéticos, de su solución para motores de combustión, de la hibridación como alternativa y complemento al coche eléctrico... con una electricidad que se obtiene, también contaminando, a un precio desorbitado.

Europa, los europeos, no lo tienen tan claro.

Y muchos responsables de la industria del automóvil ya comienzan a discrepar. Además, Porsche asegura que serán capaces de producir combustibles sintéticos neutros a menos de 2 euros/litro, sin precisar si en este precio también incluyen la distribución, y si realmente será lo que se pague en el surtidor.

Hay que tener en cuenta también que, para ese fatídico 2035, las sucesivas normativas de emisiones se habrán ido endureciendo para llevar a los fabricantes hacia un futuro donde los vehículos con motores de combustión sean una especie en peligro de extinción, sólo disponible para la clase realmente alta.

Para muchos, la solución tampoco está en los coches eléctricos, vehículos tan caros que la gente nunca podrá comprar. Es evidente que el parque móvil europeo, envejecido, se parecerá al de Cuba, ya que el conductor mantendrá el máximo tiempo posible su vehículo, porque no se podrá comprar uno nuevo.

Tenemos, en resumidas cuentas, una Europa que sube los tipos de interés para frenar la inflación, generada por las subidas provocadas por una guerra, subidas que ya no bajan, y, para colmo, nos lleva a la obligación de comprar carísimos coches eléctricos.

Si todavía España tuviera la peseta, y hubiésemos hecho como Inglaterra, fuera de Europa, se podrían haber controlado los tipos de interés adecuadamente, se podría haber actuado sobre los tipos de cambio para favorecer nuestras exportaciones junto al incremento del turismo y, sobre todo, habríamos evitado estar atrapados por las limitaciones europeas.

Y el pueblo no se vería obligado a pagar cada vez más por sus hipotecas y a tener que comprarse un coche eléctrico a partir del 2035…

Como dijo Groucho Marx: “Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cuatro años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cuatro años!”

 

Ana Garmendia

 

 

 

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué es la vida? ... by Ana Isabel Garmendia Goicoechea

  “¿Qué es la vida? ... Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.” (Pedro Calderón de la Barca) aplicable a Pedro Sanchez

A la mala ... by Ana Garmendia Goicoechea

  “A la mala costumbre de hablar de uno mismo y de los propios defectos hay que añadir, como formando bloque con ella, ese otro hábito de denunciar, en los caracteres de los demás, defectos análogos a los nuestros” (Marcel Proust)

A Lagarde ni le importa ... by Ana Garmendia

  El BCE optó por una decisión contundente, la mayor alza de tipos en sus poco más de 20 años de trayectoria, y puso el precio del dinero en el 4,5%...para intentar enfriar la inflación. El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a cumplir con el guion previsto en su última reunión, y ha mantenido ese precio del dinero sin cambios. Se supone que han celebrado este encuentro pensando ya en un primer recorte, que llegará, presumiblemente, en verano… ante la drástica caída de crecimiento de la inflación (dentro de poco desinflación). Christine Lagarde, presidenta de la institución, ha señalado junio como la fecha clave para tomar una decisión sobre las bajadas, porque el BCE tendrá ¿más información en abril? en referencia a los precios, salarios y otros indicadores económicos. Si todavía hay algún indicador en positivo… Cabe preguntarse si la señora Lagarde ha estudiado Economía y si ha leído a Keynes, o estamos en manos de políticos, más preocupados por mantener el puesto y cobrar de