Un sacerdote estaba tan nervioso en su primer sermón que casi no consiguió hablar. Para el siguiente domingo le preguntó al Señor Arzobispo cómo podía relajarse y éste le sugirió: "Padre Roberto: La próxima vez, coloque unas gotitas de VODKA en el Agua Bendita y verá usted que va a estar más relajado". El domingo siguiente el sacerdote aplicó la sugerencia y en efecto, se sintió muy bien. Después del sermón, regresó a la Sacristía, y encontró una nota que decía: "Querido Padre Roberto: La próxima vez, coloque unas gotas de vodka en el agua y no unas gotas de agua en el vodka. Igualmente me permito hacerle algunas observaciones para que no se repita lo de hoy: -No hay necesidad de ponerle rodajas de limón en el borde al cáliz. -El kiosquito del lado del altar es el confesionario, no el baño. -Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla. -Existen 10 mandamientos y no 20. -Los apóstoles eran 12 y no 7, y ninguno era enanito. -No nos