Ciertamente en España la separación de poderes de Montesquieu se queda en los libros. Ahora es el Poder Judicial el que hace política y pretende ejercer funciones que no son las suyas, valorando la posibilidad de que se den unos indultos. Cada vez que el PP pierde las elecciones, bloquea la renovación del Poder Judicial . Y así alarga su control sobre la justicia, y puede nombrar a más jueces afines en los puestos clave: en las salas del Supremo, en los Tribunales Superiores de Justicia autonómicos, en las presidencias de la Audiencias Provinciales y hasta en las presidencias de sala de la Audiencia Nacional… De los seis jueces que firman este informe “no vinculante” denegando los indultos del procés, cinco fueron elegidos por los vocales del CGPJ del PP . Mayoría conservadora. Quién diría que el Supremo respaldó en su día los indultos de los golpistas del 23F o al terrorismo de los GAL. Da igual, ahora opinan sobre la conveniencia política de hacerlo en el siglo XXI. Lo