Lenin decía que la mejor manera de destruir el capitalismo era depreciar la moneda, pero John Maynard Keynes lo dijo más claramente: “Con un proceso inflacionario continuado los gobiernos pueden confiscar, secretamente y sin ser observados, una gran parte del patrimonio de sus ciudadanos”. La Historia Económica demuestra que los tipos de interés no han sido nunca negativos en términos nominales desde que hay historia económica escrita. En el libre mercado (la “mano invisible” de Adam Smith) los tipos de interés no pueden ser negativos. Se supone que el tipo de interés es el precio más importante de cualquier economía. Permite invertir y desarrollar la vida empresarial. Pero cuando los tipos se manipulan por los Bancos Centrales, en lugar de apoyar el verdadero equilibrio del mercado, el alcanzar ese punto se vuelve una imposibilidad. Teóricamente unos tipos negativos implican una transferencia de riqueza de los acreedores (inversores en Renta Fija, ahorradores, etc.) a los de